Miro el mar y en su inmensidad
Un misterio lleno de nobleza
Adorna sublime e insuperable
Un reinado de majestuosa belleza
Incesantes veo llegar sus olas
En un intenso trajinar de magia
Con caricias que van deslizando
El sabor salino de sus entrañas
El cielo lo enaltece
Con luces de sol, luna y estrellas
Esparciendo en sus brisas el canto
Donde se arrullan sus mareas
Que hermoso es contemplarlo
Ver en él, tanta gallardía
Poder sentirlo en mis latidos
Y darle gracias a la vida
Eduardo Nieto Mújica