El recuerdo de tu amor, enaltece
Mi memoria, cuando en el horizonte
La ansiedad por hablarte…. embarca
Mis pensamientos en la nave de mis ojos
En esa extensión donde nace el silencio
La voz de mi espíritu, recorre distancias
Llamándote con ese amor, que solo tu
Has dejado sembrado en mi alma
Y aunque no escucho tus palabras…
Puedo ver y sentir en el mar, la fuerza de tu aliento
Que entre resplandores de mantos de espuma
Llega, en un corcel blanco, con collares de cristal
Eduardo Nieto Mújica