DOS COPAS Y UN BRINDIS DE AMOR
Cuando miro mis copas dormidas
Veo que hay una, entre todas ellas
Que me irradia un destello
de luz
Y mis pensamientos, en un instante
Perciben una melodía que
acompaña
El sonido burbujeante de un champagne
Que llega a los umbrales de mi alma
Recordándome aquel momento de amor
Donde emborrache de pasión,
mi
corazón
Los latidos del alma, iluminan el refugio
Donde se atesoran los secretos de mi ser
Y la magia del amor, me
trae su dulce voz
En el eco de un campanilleo de cristal
¡Oh amor…! No sé dónde
te ha llevado el destino
Y si aún guardas tu copa… como la guardo yo
Que cada vez que la miro, la presencia de tu alma
Ilumina en mis ojos el amor de tu corazón
Eduardo Nieto Mújica