Las olas acariciaban tus pies
Y la arena celosa se quejaba
Porque en cada huella dejabas
Unos besos que al mar robabas
Me acerque adonde tu estabas
El corazón me latía cada vez más
Eras esa mujer que tanto anhelaba
La que en mis sueños encontraba
Mire en tus ojos el brillo del cielo
Y en los labios de tu boca el fuego
Donde la tentación de unos besos
Me invitaban a encadenarme en ellos
De repente una ola toco mi cuerpo
Sobresaltado me quede mirando
Ya no estabas te habías marchado
Otra vez solo vivías en mis sueños
Eduardo Nieto Mújica