Era
Tan hermosa
Que su encanto
Hechizaba el corazón
En las tardes de primavera
Era aun más bella
Que el color de una rosa
Y con naturales fragancias
Como el aroma de un jazmín
En sus ojos una luz
Irradiaba un brillo angelical
Que salía de su alma reflejando
La alegría del amor en su corazón
Sus labios eran una fuente cristalina
Un río escondido todavía sin explorar
Donde dormidos besos esperaban y soñaban
Con un hada o un duende que los hiciera despertar
Nota: esta inspiraciòn esta basada en los sueños por el que todos pasamos cuando la inocencia de no saber esta a punto de despertar.
Eduardo Nieto Mújica