Una tarde de sol frente al río...
Cuando su corazón latió con el mío
El amor invadiendo a las dos almas
Despertó en los labios besos dormidos
La magia se acunaba en el brillo de los ojos
En sus manos y en las mías mil caricias florecían
Y bajo el encanto de esa noche le dije, tú eres
La esperanza y la ilusión que creía perdida.
Fue una tarde de sol frente al río...
Cuando el murmullo del agua coqueto con mis sentidos
Y fue el canto de los grillos bajo las estrellas
Que me hicieron volver de ese sueño que había tenido
Eduardo Nieto Mújica