Porque...
No hay silencios para mí
Cuando me hablan tus ojos
Porque en ellos percibo la luz
Iluminando mí latir en tu alma
Porque...
En tus labios veo el refugio
Donde la marea de tu corazón
Aguarda la llegada de mi boca
Para navegar en olas de besos
Porque...
Siento los pulsos
De tus manos acunando caricias
Que duermen con el calor del amor
Como una suave brisa de verano
Porque...
Eres esa estrella
Un rubí en la colina de mi vida
Donde el destino abrió los cielos
Para saber que tu existías
Eduardo Nieto Mujica