Te encontré una tarde…
Cuando los matices del atardecer
Dejaban sus huellas en el cielo
Y el canto de las olas del mar
Vestidas de
blancas espumas
Acariciaban la fe de mi esperanza
Fascinado por el encanto de tu ser
Ese día… en el muelle de tu sonrisa
Desembarque los besos de mi alma
Porque en tus labios pude encontrar
El puerto de mi deseado destino
Donde el sol de tu espíritu, iluminaba
Mi corazón, con brisas llenas de suspiros
Eduardo Nieto Mújica