Mirar el mar…es cruzar la barrera
Del horizonte y quedar fascinado
En el umbral donde nace el silencio
Es sentir en el corazón
El canto que llevan las sirenas,
Cuando cabalgan en sus corceles blancos,
Es iluminar en el interior de mi espíritu,
La fe y la esperanza, en una visión
De anhelos que tienen mis pensamientos
Es poder recordar en sus olas intensas
Las voces que llegan del pasado
Cuando era… tan solo un niño
Jugando en sus arenas doradas
Es pensar en un sueño de amor
Cuando las luces del atardecer
Se van acunando, en los portales de la noche
Es desplegar las alas de mis sentimientos
Y partir hacia el optimismo de un futuro
Lleno de paz y amor
En las cálidas brisas que recorren el mundo
Es desprender los suspiros de mi presente
Y darle las gracias a Dios… por la vida
Y por esa inmensidad donde un día
Navegara la barca de mi alma
Eduardo Nieto Mujica