El frío, con las
manos de la soledad
Van lanzando sus últimas estocadas
Al interior de mi ser…
Enardecido por los colores de la primavera
Que como corceles blancos…ya vienen
Del otro lado del mar, con alforjas
De esperanzas, cruzando en cálidas brisas,
Los umbrales del tiempo
En esa espera, donde todo vuelve a renacer
Indiferente pretende con invisibles impulsos
Empañar las ilusiones de mi fe, que ya lleva
El amor, en el canto
de sus latidos
Eduardo Nieto Mujica