Una brisa rompe el silencio de la noche
Con un llamado que acaricia mi corazón
Es un te quiero…prendido en el tiempo
Que derrama en mi lecho besos de amor
Mi alma se entrega al sueño y bajo
Un claro de luna… su magia me lleva
A caminar por esa playa donde la pasión
Dejo sus huellas, en sus arenas doradas
En ellas…mirando a las estrellas
Mis sentidos recuerdan, aquella noche,
Donde el desembarco de nuestro ser
Elevo a las alturas... la exaltación
De nuestros suspiros
Y extraviado en la vivencia de ese recuerdo
Un reflejo del cielo, me Ilumina la inmensidad
Del mar, para oír que un coro de corceles blancos
Viene trayendo su canto….para complacer
La ansiedad de ese amor, que vive en mi espíritu
Eduardo Nieto Mújica