EL ATARDECER
El atardecer va impregnando mi piel
Con una suave y cálida brisa...
Que abre los umbrales del corazón
Para encontrar el eco de mis latidos
Mi alma buscando sentimientos
Llena mis ojos de nostalgia
Cuando el cielo vestido de grana
Se va acunando en el lecho del mar
Y en sus corceles
blancos que acarician
Con besos las orillas,
veo llegar el amor
Esparciendo la pasión de tus pensamientos
Ay si pudiera tenerte entre mis brazos
Para sentir sobre mí pecho tú agitado corazón
Derramaría en tu boca besos llenos de magia
Para que nuestros
latidos lleven el canto del amor
Pero aunque haya sido
tan solo un instante
En el que un desvarío ha cruzado los umbrales
De los tiempos y las distancias, en la cordura
De mi silencio, todavía
existen brisas de esperanzas
Eduardo Nieto Mujica
