El silbato de un tren en la distancia
Estremeciendo mis
sentidos
Me lleva a la plataforma de un ayer
Donde con las ilusiones a flor de piel
Mi corazón, comparte
el canto…
Que sus ruedas, van dejando en sus rieles
Y con la ansiedad que abarca mi cuerpo
En las pupilas de mi
alma, van quedando
Como un dulce recuerdo, los bellos paisajes
Que me llevan a mi nuevo destino
En mi mente, el sonido que se libera
Con el viento, va
cruzando los umbrales
De algunos días y en uno de ellos…
Encuentro que me ilumina, la luz de sus ojos
Que con la suavidad de su sonrisa
Enmarcada en sus labios rojos….
Me está reflejando el
refugio donde sus besos
Y los míos…danzaban la felicidad del amor
Cuanto la había amado…que hasta
El aroma de su perfume, aun podía
sentirlo
Como un rocío que impregnaba, las raíces de mi espíritu
Atrapado en ese horizonte de pensamientos
Y cuando me preguntaba: habrá sabido cuanto la ame
Una voz que se hacía cada vez más, intensa me dice: ….
¡Señor, Señor …, el café que me pidió
Desconcertado lo mire y volviendo a la realidad
Sentí, que aun mi
alma, pensando en ella
Seguía aferrada…. En el silbato de ese tren
Eduardo Nieto Mújica