LATIDOS …
Fue su corazón, ese edén
Donde el canto de sus latidos
Un día llego a mis oídos…
En un eco que traían las brisas
Atraído por el hechizo
De su melodía embarque
Mis sentidos en la nave
De mi vida….
Y guiándome por la magia
Que el amor me revelaba
Puse rumbo a esa isla…
Con las luces de mi alma
Hoy que mis ojos se pierden
En el horizonte y mis oídos
En el inmenso mar….
Son los corceles blancos
Los que me traen…
La fascinación de su canto
Desde la eternidad
Eduardo Nieto Mujica