EL CANTO DE SU ALMA
Esta tarde cuando llegaste,
La calidez de tu alma,
Brillaba en tus ojos, venias
Radiante y hermosa,
La fragancia de tu piel,
Era una suave brisa
Que con su magia fascinaba
La esperanza de mi corazón
Empezamos a caminar,
Bajo un cálido atardecer
Íbamos por las orillas de la playa
Dejando huellas sobre la arena,
Mientras un coro de olas
En corceles blancos compartían
La alegría del mar con el eco
Que liberaban nuestros latidos
Decidimos sentarnos en un muelle,
Donde el cielo era el testigo…
De recuerdos, que grabados perduraban
En sus desgastados maderos
Y al mirar sus ojos, ella los míos
Sentimos la atracción de besarnos
Y en una comunión de besos…
Entregamos la esencia de nuestra pasión
Pero cuando nuestros labios se apartaron
Una luz me sorprendió…. mis ojos,
En otro entorno se abrieron,
Sobresaltado me dije: .. ¡Era un sueño!
Intente rápidamente cerrarlos
Y emprender el regreso...!
Para sentir el calor de sus brazos
La humedad de sus besos….
Pero no pude cruzar las tinieblas
De los espacios etéreos
Y vencido los volví abrir
Pero en esa soledad de mi realidad,
La esperanza volvió a iluminar mi espíritu,
Porque en los ecos del corazón…
Sentía su amor con EL CANTO DE SU ALMA
Eduardo Nieto Mujica