Quizás en un atardecer…
De mi vida pueda  sentir la cálida 
Y suave dulzura  de sus
 manos, 
Aferrándose a  las mías
Quizás pueda  oír…
La melodía  de sus
latidos 
Sobre mi pecho, acariciando
Los umbrales de mi alma 
Quizás  el  amor…
Un día pueda encender, 
En la piel de su cuerpo y el mío 
Un  fuego con las  llamas de la pasión 
Quizás el destino…Ilumine 
Mi esperanza  y pueda verla
llegar 
En una barca llena de besos 
Para amarrarse,  en el
muelle de mis labios
O quizás…tan solo sean  pensamientos
Que vuelan hacia el horizonte 
Llevando  en sus alas,
 mis deseos 
Al  ver la magia que
tiene el mar, 
Pero aun así  la fe de
mi cordura,  
Alumbra mi espíritu,  con
el canto 
Que los corceles blancos, dejan 
Sobre la playa… 
Cuando mi corazón, a través
De mis ojos acuna sus sentimientos 
En las arenas doradas 
Eduardo Nieto Mújica
